Los secretos de la intervención en Libia

Por José Cornejo 

La desesperación de los EEUU, con la complicidaad de la OTAN, de encontrar  una manera de legitimar a los ojos de la opinión pública internacional, una intervención militar en Libia, esconde varios objetivos geopolíticos.

1. El primero y principal objetivo es sacar a su rival internacional China, del norte de Africa. Luego de haber impulsado el referendum para la partición de Sudán, con el objetivo de bloquear las inversiones chinas en la industria petrolera de Khartoum, los EEUU buscan ahora cerrarle a China sus inversiones en la industria petrolera Libia. En los pasados años, China ha invertido importantes sumas de dinero en diversos tipos de contratos de inversión con los gobiernos de Sudán y de Libia, a fin de resolver su creciente demanda interna de energía para alimentar su rápido y sostenido crecimiento económico. Junto con la creación del Africacom, como organo militar principal de penetración de la hegemonía americana en el continente africano, los EEUU han estado muy activos bloqueando y obstaculizando la creciente penetración económica china en diferentes países africanos. El objetivo de los EEUU es intentar trabar el desarrollo económico de China, cerrando los grifos de su abastecimiento petrolero en el exterior.

2. Asegurar su alianza con los países europeos y la integridad de la OTAN. En momentos de dislocación geopolítica, de crisis de la hegemonía americana y de reveses militares en Afganistán e Irka, era fundamental para los EEUU asegurar su alianza con los países de la Unión Europea, para evitar de que en medio de esta crisis, esta alianza política y militar se divida o sea neutralizada por sus rivales internacionales. El talón de aquiles de la UE es su gran dependencia energética, que Rusia ha buscado aprovechar para neutralizar la política de los EEUU en su contra, en particular, el cerco de bases antimisiles que la OTAN está construyendo en las cercanías de los territorios rusos. La crisis en el Medio Oriente afecta, desde el punto de vista energético, principalmente a la UE. Libia es el 4to productor de petroleo en Africa, con unas reservas de 42 mil millones de barriles. Del petroleo libio dependen: Irlanda en 23.3%, Italia en 22.0%, Austria 21.2% Suiza 18.7%, Francia 15.7%, Grecia 14.6%, España 12.1%, Portugal 11.1%, Reino Unido 8.5%, Alemania 7.7.%, Holanda 2.3%. La intervención militar “humanitaria”, le permitiría a los EEUU meter la mano sobre una parte importante del abastecimiento energético de la economía europea, acentuando su capacidad de influencia y de chantaje sobre la política exterior de la UE, en momentos en que se exacerban sus rivalidades con China. Esta intervención militar se hacía más necesaria aún, si tomamos en cuenta que China ha estado buscando apuntalar al euro defendiendo la economía europea, al mismo momento que los especuladores anglosajones apostaban a su debilitamiento.

Los EEUU persiguen así varios objetivos al mismo tiempo: apretar economicamente a China, alejar a Rusia de la UE, y acentuar su liderazgo sobre la OTAN evitando cualquier veleidad de políticas independientes en un futuro próximo. No esta asegurado que esta intervención militar obtenga los resultados previstos. Gadafi tiene más de una arma bajo la manga para que esta intervención no sea un simple paseo militar. Por otro lado países vecinos como Argelia, se han dado cuenta de que ellos serían los próximos en la lista  de una futura intervención y podrían apoyar diplomática y militarmente a Gadafi. Para China, que importa solamente el 3% del petroleo libio, esto de ninguna manera va a afectar su abastecimiento energético y más bien va a reforzar su decisión de acelerar su autonomía energética apostando por el desarrollo de nuevas formas de energías limpias. Es pues una intervención  militar arriesgada, que puede finalmente ser más perjudiciable que beneficiosa para un imperio que desesperadamente trata de detener su ineluctable decadencia.

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